Modelos básicos de intervención
La real academia define la
palabra modelo como “Punto de referencia para emitirlo o reproducirlo.
Otras definiciones en el
diccionario son: se entiende por modelo “representación en que pequeño de alguna cosa”, “en las obras de ingenio y
en las acciones morales, ejemplar que por su perfección se debe seguir e
imitar”, “esquema teórico de un sistema o de una realidad compleja que se
elabora para facilitar su comprensión y el estudio de su comportamiento”.
Para Escudero (1981: 115) en
Ruíz (2009) el modelo es una interpretación simplificada de objeto a que se
refiere. Tejedor (1985) en Ruíz (2009) los
considera como “aproximaciones intuitivas a la realidad, desempeño un
papel de puente que permite a la teoría la función interpretativa de los
hechos”. Por su parte Cruz (1997: 21) en Ruíz (2009) entiende que modelo es una “proyección sensible del conocimiento humano que refleja
la relación, crítica o intervención sobre el mismo, así como el enriquecimiento
del marco teórico donde se inserta”.
Van Dalen y Meyer (1971: 76)
en Ruíz (2009) definen los modelos de investigación como “estructuras
simplificadas o conocidas que se emplean para investigar la naturaleza de los
fenómenos que los científicos desean explicar”.
Para Bunge (1980) en Ruíz
(2009) los modelos don “sistemas conceptuales que intentan representar aspectos
interrelacionados de sistemas reales”. Bunge los representa por un círculo
pequeño dentro de uno mayor, este último hace referencia a la teoría en la cual
se enmarca el modelo.
En la investigación
científica se pueden proponer hipótesis y formalizar modelos, cuya revisión
continua mediante la contrastación con la realidad, debería ir componiendo el
corpus científico de una parcela del saber. En nuestro caso la orientación
psicopedagógica.
Aunque no es fácil llegar a
una clasificación de los modelos de intervención en orientación educativa, se
han hecho intentos desde criterios diversos (evolución y consolidación de la
actividad orientadora, objetivos y
procedimientos, actitud del orientador, relación orientador- orientado,
etc.)
A continuación se muestran
las clasificaciones de modelos de la
orientación más conocidas:
Álvarez González (1991):
-Modelo de servicios.
-Modelo de servicios pero,
actuando por programas.
-Modelo de programas.
Rodríguez Espinar y otros (1993)
-Modelo de intervención
directa individual (Modelo de counseling).
-Modelo de intervención
directa grupal (Modelo de servicios, de programas y reforma).
-Modelo de intervención
indirecta individual y/o (Modelo de consulta).
-Modelo de intervención a
través de medios tecnológicos.
Bisquerra, (1998):
-Modelo clínico.
- Modelo de programas.
-Modelo de consulta.
Sobrado, (1998):
-Modelo clínico o
counseling: intervención individual mediante relación personal.
-Modelo de programas y de
servicios: intervenciones grupales.
-Modelo de consulta:
intervención indirecta, individual o grupal.
-Intervención de autoayuda a
través de procedimientos tecnológicos.
Bisquerra y Álvarez (1998)
en Ruíz (2009) ofrecen la siguiente clasificación, diferenciado modelos
teóricos, modelos de intervención básicos, modelos institucionales y el modelo
psicopedagógico como modelo mixto. En los últimos tiempos algunos autores
aconsejan incluir los modelos tecnológicos, ya que con el desarrollo de
determinados programas informáticos y también de las webquest se empieza a
contar con instrumentos que, por si solos asesoran al sujeto y le orientan en
aspectos relacionados con el desarrollo personal, la elección de la carrera, o
aspectos académicos que tienen que ver con el estudio, pero, desde nuestro
punto de vista, se trata más bien de eso: herramientas que puede utilizar el
orientador en su trabajo, sea cual sea el modelo que siga.
Modelo clínico o modelo del
counseling: La Asociación Británica para
el Counseling (British Association for counseling, 1992: 17en Ruíz (2009))
define el counseling como “la
utilización hábil y fundamentada de la relación y la comunicación, con el fin
de desarrollar el autoconocimiento, la aceptación, el crecimiento emocional y
los recursos personales”. El propulsor de este modelo fue Carl Rogers. La
psicoterapia promovida por Rogers presenta diferencias sustanciales respecto a
la intervención clínica anterior:
1) No consiste en hacer algo
al individuo, sino en una tarea de liberación, para que la persona crezca y se
desarrolle.
2) Concede más importancia a los elementos
emocionales que a los intelectuales.
3)Da más importancia a los elementos emocionales que a los
intelectuales.
4) Se destaca, por primera
vez, que la relación terapéutica es en sí misma una experiencia de crecimiento.
Rogers se dio cuenta de la
necesidad de cambiar las medidas curativas por las preventivas y de hacer
tratamientos teniendo en cuenta el entorno físico y psicológico del sujeto.
Indico la necesidad de ayudar a los clientes a que se enfrente mejor con su
situación a través de las entrevistas y de las técnicas del consejo y de la
psicoterapia.
-Fases del modelo clínico
Las fases que según
Bisquerra (1998 : 71) en Ruíz (2009) caracterizan este modelo son:
1. Inicio y estructuración
de la relación de ayuda.
- La iniciativa de solicitar
ayuda surge del cliente (también puede ser familiares, tutores, profesores,
etc.)
-Establecimiento de una
relación apropiada entre orientador y cliente, con un buen rapport o clima que
favorece la libre expresión de sentimientos del cliente.
2. Exploración
-En esta fase es habitual
realizar algún tipo de diagnóstico, clarificando la situación del sujeto.
-Conviene averiguar
experiencias, vivencias, sentimientos, percepciones del cliente con respecto a
las situaciones expuestas.
3. Tratamiento en función
del diagnóstico.
- Se establecen planes de
actuación, que, tras una relación de ayuda en el más puro sentido rogeriano,
han de partir del propio cliente .Es él
quien ha de decidir el cambio y la dirección del mismo. De ningún modo
ha de ser el orientador quien diga que camino se debe seguir o que cambios
deben producirse.
-Se potencia el
autoconcepto.
4. Seguimiento y evaluación.
-Se realizan los planes
establecidos.
-Se evalúa el efecto de
acción.
1.2 La entrevista en la
relación de ayuda: El modelo clínico se concreta en la entrevista como
procedimiento característico para afrontar la intervención directa e
individualizada. Toda entrevista supone un proceso de comunicación, porque se
basa en una relación interpersonal, no casual sino programada, y con la
finalidad de facilitar el crecimiento personal de la persona entrevistada.
Actúa básicamente en dos niveles: el cognitivo y el emocional. Cuando ambos han
sido tratados se produce en el sujeto un cambio conductual.
1.3 Destrezas del
entrevistador
Para que una entrevista se
desarrolle con éxito, es importantísima la actitud del orientador. Debe
mostrarse como una persona receptiva, acogedora, con capacidad de escucha, con
deseos de ayudar al cliente y de poder asesorarle en la comprensión de sí mismo
y de su vida.
Carl Rogers (1972) y
Carkhuff (1981 y 1986) en Bisquerra, (1998: 79) en Ruíz (2009) han desarrollado
exhaustivamente las destrezas y actitudes que debe mostrar:
1.Autenticidad facilitadora
: es la capacidad del entrevistado para ser libre y profundamente el mismo: es
el ser falso, el no parapetarse tras un papel, el no adoptar una actitud
defensiva y el que no haya discrepancia entre lo qué se dice y li que se
experimenta. Es ser genuino y sincero.
2. Respeto: es el aprecio de
la dignidad y el valor del entrevistado; el entrevistador acepta el hecho de
que el orientado tiene derecho a escoger sus propias decisiones.
3. Empatía: es la capacidad
de percibir correctamente lo que experimenta otra persona y comunicarle esta
percepción en un lenguaje acomodado a sus sentimientos.
4. Concreción: es la
habilidad de expresar en términos específicos las experiencias o los
sentimientos propios del interlocutor.
5. Confrontación de las
incongruencias: consiste en manifestar al orientado las discrepancias que se
observan entre lo que piensa, siente, dice y hace y suelen estar relacionadas
con los mecanismos de defensa del orientado.
6. Personalización : con el
fin de que el orientador aprenda a apropiarse de su problema, acepte su grado
de control y responsabilidad personal en lo que le sucede, dejando de
considerarlo como algo ajeno a sí mismo o algo debido a circunstancias
ambientales y externas, fuera de su control.
7. Auto-revelación : es el
compartir sentimientos personales, actitudes, opiniones y experiencias por
parte del entrevistador a beneficio del entrevistado; ha de usarse con
discreción y con un sentido exacto de la oportunidad y de la ayuda qu el
orientador puede dar así al orientado.
8. Relación al momento : se
verifica cuando el entrevistador interpreta los sentimientos entre el
entrevistado y él mismo como el aquí y ahora.
9.Autorrelización: implica
que uno es capaz de vivir y enfrentarse con lavida directamente, son los
orientadores que saben expresarse libre y abiertamente, no emiten juicios y
viven de una manera eficaz; suele servir de modelo de personas eficaces,
capaces de vivir totalmente y con éxito.
Pautas a seguir con respecto
a la entrevista.
Pautas a seguir con respecto
a la entrevista: Bisquerra (1988:80)
recoge la relación de aspectos generales que todo enrevistador debe recordar,
según Martorell y González (1997) en Ruíz (2009) :
-Debe ser puntual.
- Ha de preparar con antelación
la entrevista, tener a mano el material que pdiera necesitarse en función del
contenido a tratar.
-Hay que recibir al
entrevistado con cordialidad, aunque sin demasiada familiaridad.
-Se debe procurar que el
cliente se sienta cómodo
-Hay que eliminar toda
posible fuente de distracción (apagar teléfonos móviles, avisar al profesorado
o demás miembros del centro de que no interrumpan)
-La entrevista no debe dar
la impresión de ser un interrogatorio. Hay que establecer un buen rapport o
clima y siempre el orientador debe mantener el “control”, no debatir con el
cliente ni provocar su enfado. Conviene utilizar un tono de voz y volumen
adecuados, mantener el contacto ocular, sin ser intrusito ni agresivo y
respetar los silencios que a veces se producen.
-Se deben hacer preguntas
claras y concretas, cuidando el tipo de preguntas con las que se va a empezar y
sabiendo dirigir al entrevistado de modo que vaya encontrado por sí mismo las
respuestas a sus problema.
-El orientador debe
asegurarse de que el entrevistado dispone de la información que se le pide.
-No se le debe dar falsas
expectativas ni tampoco desanimarle con respecto a las situaciones.
-Durante la entrevista hay
que realizar preguntas de contrastación. Es aconsejable tomar notas , sin perder
el contacto ocular ni romper el clima creado.
-La entrevista debe durar el
tiempo necesario, ni excesivamente corto, ni demasiado largo, si bien siempre
estará en función del objetivo a tratar.
-Por último, el orientador
no debe realizar muchas entrevistas seguidas. Es conveniente realizar breves
descansos entre ellas.
El Modelo de programas.
Todo programa, implica una
actividad planificada, la cual debe encontrar su fundamento en las teorías
previamente desarrolladas. Además, la aplicación del programa supone una
actuación común colaborativa y abierta a diversos contextos donde la finalidad
es dar respuesta a unas necesidades
previamente detectadas. La mayoría de autores señala, como básicos, los
siguientes impredicibles en todo programa:
-Ha de basarse en la
identificación de unas necesidades.
-Ha de dirigirse al logro de
unos objetivos para cubrir las necesidades detectadas.
-La actividad se ha de
planificarse previamente.
-La actividad ha de ser
evaluada.
Solo mediante la
intervención y por programas es posible asumir los principios de prevención,
desarrollo e intervención social y proporcionar un carácter educativo y social
a la orientación.
Para ello es necesario que
las instituciones reúnan unos requisitos mínimos (Álvarez González,1995) en
Ruíz (2009) :
-Compromiso por parte del
centro y de los responsables de la orientación de potenciar programas dirigidos
a todos los alumnos.
-Ver el programa como una
actividad más dentro de la tarea escolar, dándole un carácter procesual,
evolutivo y comunitario.
-Implicación y
disponibilidad de tiempo del personal que va a ejecutar el programa.
-Presencia en el centro de
un especialista o de orientación que asesore , dinamice y de soporte técnico.
-El tiempo de intervención
ha de ser previamente fijado, estableciendo un calendario y un horario.
-Se debe contar con recursos
humanos y materiales suficientes.
-Es preciso crear canales de
información dentro y fuera del centro.
-Se requiere un nuevo modelo
organizativo de la orientación, con varios agentes implicados y con la
especificación de las funciones de cada uno de ellos.
-Será necesario evaluar el
programa en todas sus fases y por parte de todos los implicados.
Fases del modelo de
programas:
1. Análisis del contexto y
detección de necesidades
2. Fundamentación teórica
3 Elaboración del plan de
actuación
3.1 Formulación de objetivos
3.2 Especificación de los
contenidos a trabajar
3.3 Propuesta metodológica
3.3.1Principios y
estrategias
3.3.2 Recursos necesarios
3.3.2.1 Personales
3.3.2.2 Materiales
3.3.2.3 Espaciales
3.3.2.4. Temporales:
calendario y horario. Cronograma.
3.3.2.5. Económicos:
presupuesto
3.3.3 Actividades
3.4 Propuesta de Evaluación
4. Aplicación y seguimiento
de programa
5. Evaluación costes –
beneficios – efectividad
6. Toma de decisiones respecto
a mantenimiento, supresión, o modificación del programa.
Áreas, finalidades y
contenidos.
Son múltiples los programas
que pueden ser desarrollados en los centros educativos para trabajar la
prevención y el desarrollo humano adecuado. Los más trabajados están
relacionados con las diversas áreas de la orientación : área de los procesos de
enseñanza-aprendizaje, área de desarrollo personal y área de orientación
profesional.
Implementación de los
programas.
La forma idónea de trabajar
estos programas en el ámbito escolar es insertándolos en el currículum; es
decir , integrado aspectos de la orientación en las áreas de aprendizaje o en
los cursos programados con el fin de desarrollar objetivos del curriculim que
hacen referencia al desarrollo personal, los valores etc.
Otra forma de llevar a cabo
la implementación de los programas es hacerlo de manera puntual. En este caso
la implicación del profesorado es menor y mayor la responsabilidad ejecutoria
del orientador. Ambas opciones no son excluyentes entre sí.
El modelo de consulta
Es imprescindible tener
presente en esa acción orientadora a la intervención indirecta sobre todos los
agentes educativos , en especial sobre los profesores y los padres , sin
olvidar la consulta a la institución educativa como tal. A este modelo de intervención le denominamos de
consulta y podríamos definirlo como la “relación entre dos profesionales
generalmente de diferentes campos: un consultor y un consultante que plantean
una serie de actividades con el fin de ayudar/ asesorar a una tercera persona o
institución. Esta puede ser un alumno, un servicio, una empresa, etc.
Dos pueden ser los objetivos de las funciones de consulta
(Bisquerra y Álvarez, 1996: 331) en Ruíz (2009) :
a) La función de consulta
como actividad profesional de ayuda a los diferentes agentes y a la propia
institución u organización.
b) La función de consulta
como una estrategia de intervención y formación.
Cuando hablamos de consulta
nos estamos refiriendo a una relación entre profesionales, con status similares
que se aceptan y respetan, desempeño cada uno su papel (consultor/consultante).
Dentro del modelo de
consulta podemos destacar tres campos:
a) El campo de la salud
mental, basado en los planteamientos de Caplan (1970) Ruíz (2009), se trata
de ayudar al consultante a que afronte
cada una de las situaciones problemáticas que se le presentan a través de una información y formación adecuadas.
b) El campo de las
organizaciones donde se prima la función del consultor como agente de cambio o
consultor de procesos que ayuden a proporcionar las competencias para resolver
los problemas y asumir las responsabilidades (Drapela,1983) en Ruíz (2009)
c) El campo educativo, donde
se trata de ayudar a un tercero que es el alumno. El consultor habitualmente es
el orientador; el consultante es el profesor, que actua de mediador y el
cliente es el alumno.
Fases del modelo de
consulta:
1, fase: Establecer una
relación entre un consultor (orientador) y un consultante.
2, fase: Analizar el
conjunto de la situación y clarificar el
problema.
3, fase: Explorar
alternativas.
4, fase: Establecer planes
de acción, conjuntamente entre consultor y consultante.
5, fase: Poner en práctica,
el consultante, los planes con destinatarios últimos de la intervención.
6, Evaluación de la puesta
en práctica de plan de acción.
La consulta colaborativa.
En ella son varios los
profesionales que intervienen y , una diferencia fundamental, el orientador se
implica de forma directa en la intervención, como un miembro más del equipo
educativo.
En este modelo se convierte
en el dinamizador de la acción orientadora de todo el profesorado, facilitando
las competencias adecuadas, la implicación y formación necesaria a los
distintos agentes educativos.
Bibliografía: Ruíz ,
M.L.(2009).Modelos básicos de intervención. En M. L. Ruíz, Modelos de
orientación e intervención
psicopedagógica (pp.83-98). Castelló de la Plana: Publicaciones de la
Universitat Jaume I.