domingo, 23 de octubre de 2016

Modelos básicos de intervención

Modelos básicos de intervención

La real academia define la palabra modelo como “Punto de referencia para emitirlo o reproducirlo.
Otras definiciones en el diccionario son: se entiende por modelo “representación en que pequeño   de alguna cosa”, “en las obras de ingenio y en las acciones morales, ejemplar que por su perfección se debe seguir e imitar”, “esquema teórico de un sistema o de una realidad compleja que se elabora para facilitar su comprensión y el estudio de su comportamiento”.
Para Escudero (1981: 115) en Ruíz (2009) el modelo es una interpretación simplificada de objeto a que se refiere. Tejedor (1985) en Ruíz (2009) los  considera como “aproximaciones intuitivas a la realidad, desempeño un papel de puente que permite a la teoría la función interpretativa de los hechos”. Por su parte Cruz (1997: 21) en Ruíz (2009) entiende  que modelo es una “proyección  sensible del conocimiento humano que refleja la relación, crítica o intervención sobre el mismo, así como el enriquecimiento del marco teórico donde se inserta”.
Van Dalen y Meyer (1971: 76) en Ruíz (2009) definen los modelos de investigación como “estructuras simplificadas o conocidas que se emplean para investigar la naturaleza de los fenómenos que los científicos desean explicar”.
Para Bunge (1980) en Ruíz (2009) los modelos don “sistemas conceptuales que intentan representar aspectos interrelacionados de sistemas reales”. Bunge los representa por un círculo pequeño dentro de uno mayor, este último hace referencia a la teoría en la cual se enmarca el modelo.
En la investigación científica se pueden proponer hipótesis y formalizar modelos, cuya revisión continua mediante la contrastación con la realidad, debería ir componiendo el corpus científico de una parcela del saber. En nuestro caso la orientación psicopedagógica.
Aunque no es fácil llegar a una clasificación de los modelos de intervención en orientación educativa, se han hecho intentos desde criterios diversos (evolución y consolidación de la actividad orientadora, objetivos y  procedimientos, actitud del orientador, relación orientador- orientado, etc.)
A continuación se muestran las clasificaciones de  modelos de la orientación más conocidas:
Álvarez González (1991):
-Modelo de servicios.
-Modelo de servicios pero, actuando por programas.
-Modelo de programas.
Rodríguez Espinar  y otros (1993)
-Modelo de intervención directa individual (Modelo de counseling).
-Modelo de intervención directa grupal (Modelo de servicios, de programas y reforma).
-Modelo de intervención indirecta individual y/o (Modelo de consulta).
-Modelo de intervención a través de medios tecnológicos.
Bisquerra, (1998):
-Modelo clínico.
- Modelo de programas.
-Modelo de consulta.
Sobrado, (1998):
-Modelo clínico o counseling: intervención individual mediante relación personal.
-Modelo de programas y de servicios: intervenciones grupales.
-Modelo de consulta: intervención indirecta, individual o grupal.
-Intervención de autoayuda a través de procedimientos tecnológicos.
Bisquerra y Álvarez (1998) en Ruíz (2009) ofrecen la siguiente clasificación, diferenciado modelos teóricos, modelos de intervención básicos, modelos institucionales y el modelo psicopedagógico como modelo mixto. En los últimos tiempos algunos autores aconsejan incluir los modelos tecnológicos, ya que con el desarrollo de determinados programas informáticos y también de las webquest se empieza a contar con instrumentos que, por si solos asesoran al sujeto y le orientan en aspectos relacionados con el desarrollo personal, la elección de la carrera, o aspectos académicos que tienen que ver con el estudio, pero, desde nuestro punto de vista, se trata más bien de eso: herramientas que puede utilizar el orientador en su trabajo, sea cual sea el modelo que siga.
Modelo clínico o modelo del counseling: La Asociación Británica  para el Counseling (British Association for counseling, 1992: 17en Ruíz (2009)) define el  counseling como “la utilización hábil y fundamentada de la relación y la comunicación, con el fin de desarrollar el autoconocimiento, la aceptación, el crecimiento emocional y los recursos personales”. El propulsor de este modelo fue Carl Rogers. La psicoterapia promovida por Rogers presenta diferencias sustanciales respecto a la intervención clínica anterior:
1) No consiste en hacer algo al individuo, sino en una tarea de liberación, para que la persona crezca y se desarrolle.
2)  Concede más importancia a los elementos emocionales que a los intelectuales.
3)Da más importancia  a los elementos emocionales que a los intelectuales.
4) Se destaca, por primera vez, que la relación terapéutica es en sí misma una experiencia de crecimiento.
Rogers se dio cuenta de la necesidad de cambiar las medidas curativas por las preventivas y de hacer tratamientos teniendo en cuenta el entorno físico y psicológico del sujeto. Indico la necesidad de ayudar a los clientes a que se enfrente mejor con su situación a través de las entrevistas y de las técnicas del consejo y de la psicoterapia.
-Fases del modelo clínico
Las fases que según Bisquerra (1998 : 71) en Ruíz (2009) caracterizan este modelo son:
1. Inicio y estructuración de la relación de ayuda.
- La iniciativa de solicitar ayuda surge del cliente (también puede ser familiares, tutores, profesores, etc.)
-Establecimiento de una relación apropiada entre orientador y cliente, con un buen rapport o clima que favorece la libre expresión de sentimientos del cliente.
2. Exploración
-En esta fase es habitual realizar algún tipo de diagnóstico, clarificando la situación del sujeto.
-Conviene averiguar experiencias, vivencias, sentimientos, percepciones del cliente con respecto a las situaciones expuestas.
3. Tratamiento en función del diagnóstico.
- Se establecen planes de actuación, que, tras una relación de ayuda en el más puro sentido rogeriano, han de partir del propio cliente .Es él  quien ha de decidir el cambio y la dirección del mismo. De ningún modo ha de ser el orientador quien diga que camino se debe seguir o que cambios deben producirse.
-Se potencia el autoconcepto.
4. Seguimiento y evaluación.
-Se realizan los planes establecidos.
-Se evalúa el efecto de acción.
1.2 La entrevista en la relación de ayuda: El modelo clínico se concreta en la entrevista como procedimiento característico para afrontar la intervención directa e individualizada. Toda entrevista supone un proceso de comunicación, porque se basa en una relación interpersonal, no casual sino programada, y con la finalidad de facilitar el crecimiento personal de la persona entrevistada. Actúa básicamente en dos niveles: el cognitivo y el emocional. Cuando ambos han sido tratados se produce en el sujeto un cambio conductual.
1.3 Destrezas del entrevistador
Para que una entrevista se desarrolle con éxito, es importantísima la actitud del orientador. Debe mostrarse como una persona receptiva, acogedora, con capacidad de escucha, con deseos de ayudar al cliente y de poder asesorarle en la comprensión de sí mismo y de su vida.
Carl Rogers (1972) y Carkhuff (1981 y 1986) en Bisquerra, (1998: 79) en Ruíz (2009) han desarrollado exhaustivamente las destrezas y actitudes que debe mostrar:
1.Autenticidad facilitadora : es la capacidad del entrevistado para ser libre y profundamente el mismo: es el ser falso, el no parapetarse tras un papel, el no adoptar una actitud defensiva y el que no haya discrepancia entre lo qué se dice y li que se experimenta. Es ser genuino y sincero.
2. Respeto: es el aprecio de la dignidad y el valor del entrevistado; el entrevistador acepta el hecho de que el orientado tiene derecho a escoger sus propias decisiones.
3. Empatía: es la capacidad de percibir correctamente lo que experimenta otra persona y comunicarle esta percepción en un lenguaje acomodado a sus sentimientos.
4. Concreción: es la habilidad de expresar en términos específicos las experiencias o los sentimientos propios del interlocutor.
5. Confrontación de las incongruencias: consiste en manifestar al orientado las discrepancias que se observan entre lo que piensa, siente, dice y hace y suelen estar relacionadas con los mecanismos de defensa del orientado.
6. Personalización : con el fin de que el orientador aprenda a apropiarse de su problema, acepte su grado de control y responsabilidad personal en lo que le sucede, dejando de considerarlo como algo ajeno a sí mismo o algo debido a circunstancias ambientales y externas, fuera de su control.
7. Auto-revelación : es el compartir sentimientos personales, actitudes, opiniones y experiencias por parte del entrevistador a beneficio del entrevistado; ha de usarse con discreción y con un sentido exacto de la oportunidad y de la ayuda qu el orientador puede dar así al orientado.
8. Relación al momento : se verifica cuando el entrevistador interpreta los sentimientos entre el entrevistado y él mismo como el aquí y ahora.
9.Autorrelización: implica que uno es capaz de vivir y enfrentarse con lavida directamente, son los orientadores que saben expresarse libre y abiertamente, no emiten juicios y viven de una manera eficaz; suele servir de modelo de personas eficaces, capaces de vivir totalmente y con éxito.
Pautas a seguir con respecto a la entrevista.
Pautas a seguir con respecto a la entrevista:  Bisquerra (1988:80) recoge la relación de aspectos generales que todo enrevistador debe recordar, según Martorell y González (1997) en Ruíz (2009) :
-Debe ser puntual.
- Ha de preparar con antelación la entrevista, tener a mano el material que pdiera necesitarse en función del contenido a tratar.
-Hay que recibir al entrevistado con cordialidad, aunque sin demasiada familiaridad.
-Se debe procurar que el cliente se sienta cómodo
-Hay que eliminar toda posible fuente de distracción (apagar teléfonos móviles, avisar al profesorado o demás miembros del centro de que no interrumpan)
-La entrevista no debe dar la impresión de ser un interrogatorio. Hay que establecer un buen rapport o clima y siempre el orientador debe mantener el “control”, no debatir con el cliente ni provocar su enfado. Conviene utilizar un tono de voz y volumen adecuados, mantener el contacto ocular, sin ser intrusito ni agresivo y respetar los silencios que a veces se producen.
-Se deben hacer preguntas claras y concretas, cuidando el tipo de preguntas con las que se va a empezar y sabiendo dirigir al entrevistado de modo que vaya encontrado por sí mismo las respuestas a sus problema.
-El orientador debe asegurarse de que el entrevistado dispone de la información que se le pide.
-No se le debe dar falsas expectativas ni tampoco desanimarle con respecto a las situaciones.
-Durante la entrevista hay que realizar preguntas de contrastación. Es aconsejable tomar notas , sin perder el contacto ocular ni romper el clima creado.
-La entrevista debe durar el tiempo necesario, ni excesivamente corto, ni demasiado largo, si bien siempre estará en función del objetivo a tratar.
-Por último, el orientador no debe realizar muchas entrevistas seguidas. Es conveniente realizar breves descansos entre ellas.
El Modelo de programas.
Todo programa, implica una actividad planificada, la cual debe encontrar su fundamento en las teorías previamente desarrolladas. Además, la aplicación del programa supone una actuación común colaborativa y abierta a diversos contextos donde la finalidad es dar respuesta  a unas necesidades previamente detectadas. La mayoría de autores señala, como básicos, los siguientes impredicibles en todo programa:
-Ha de basarse en la identificación de unas necesidades.
-Ha de dirigirse al logro de unos objetivos para cubrir las necesidades detectadas.
-La actividad se ha de planificarse previamente.
-La actividad ha de ser evaluada.
Solo mediante la intervención y por programas es posible asumir los principios de prevención, desarrollo e intervención social y proporcionar un carácter educativo y social a la orientación.
Para ello es necesario que las instituciones reúnan unos requisitos mínimos (Álvarez González,1995) en Ruíz (2009) :
-Compromiso por parte del centro y de los responsables de la orientación de potenciar programas dirigidos a todos los alumnos.
-Ver el programa como una actividad más dentro de la tarea escolar, dándole un carácter procesual, evolutivo y comunitario.
-Implicación y disponibilidad de tiempo del personal que va a ejecutar el programa.
-Presencia en el centro de un especialista o de orientación que asesore , dinamice y de soporte técnico.
-El tiempo de intervención ha de ser previamente fijado, estableciendo un calendario y un horario.
-Se debe contar con recursos humanos y materiales suficientes.
-Es preciso crear canales de información dentro y fuera del centro.
-Se requiere un nuevo modelo organizativo de la orientación, con varios agentes implicados y con la especificación de las funciones de cada uno de ellos.
-Será necesario evaluar el programa en todas sus fases y por parte de todos los implicados.
Fases del modelo de programas:
1. Análisis del contexto y detección de necesidades
2. Fundamentación teórica
3 Elaboración del plan de actuación
3.1 Formulación de objetivos
3.2 Especificación de los contenidos a trabajar
3.3 Propuesta metodológica
3.3.1Principios y estrategias
3.3.2 Recursos necesarios
3.3.2.1 Personales
3.3.2.2 Materiales
3.3.2.3 Espaciales
3.3.2.4. Temporales: calendario y horario. Cronograma.
3.3.2.5. Económicos: presupuesto
3.3.3 Actividades
3.4 Propuesta de Evaluación
4. Aplicación y seguimiento de programa
5. Evaluación costes – beneficios – efectividad
6. Toma de decisiones respecto a mantenimiento, supresión, o modificación del programa.
Áreas, finalidades y contenidos.
Son múltiples los programas que pueden ser desarrollados en los centros educativos para trabajar la prevención y el desarrollo humano adecuado. Los más trabajados están relacionados con las diversas áreas de la orientación : área de los procesos de enseñanza-aprendizaje, área de desarrollo personal y área de orientación profesional.
Implementación de los programas.
La forma idónea de trabajar estos programas en el ámbito escolar es insertándolos en el currículum; es decir , integrado aspectos de la orientación en las áreas de aprendizaje o en los cursos programados con el fin de desarrollar objetivos del curriculim que hacen referencia al desarrollo personal, los valores etc.
Otra forma de llevar a cabo la implementación de los programas es hacerlo de manera puntual. En este caso la implicación del profesorado es menor y mayor la responsabilidad ejecutoria del orientador. Ambas opciones no son excluyentes entre sí.
El modelo de consulta
Es imprescindible tener presente en esa acción orientadora a la intervención indirecta sobre todos los agentes educativos , en especial sobre los profesores y los padres , sin olvidar la consulta a la institución educativa como tal. A  este modelo de intervención le denominamos de consulta y podríamos definirlo como la “relación entre dos profesionales generalmente de diferentes campos: un consultor y un consultante que plantean una serie de actividades con el fin de ayudar/ asesorar a una tercera persona o institución. Esta puede ser un alumno, un servicio, una empresa, etc.
Dos pueden ser los  objetivos de las funciones de consulta (Bisquerra y Álvarez, 1996: 331) en Ruíz (2009) :
a) La función de consulta como actividad profesional de ayuda a los diferentes agentes y a la propia institución u organización.
b) La función de consulta como una estrategia de intervención y formación.
Cuando hablamos de consulta nos estamos refiriendo a una relación entre profesionales, con status similares que se aceptan y respetan, desempeño cada uno su papel (consultor/consultante).
Dentro del modelo de consulta podemos destacar tres campos:
a) El campo de la salud mental, basado en los planteamientos de Caplan (1970) Ruíz (2009), se trata de  ayudar al consultante a que afronte cada una de las situaciones problemáticas que se le presentan a través de  una información y formación adecuadas.
b) El campo de las organizaciones donde se prima la función del consultor como agente de cambio o consultor de procesos que ayuden a proporcionar las competencias para resolver los problemas y asumir las responsabilidades (Drapela,1983) en Ruíz (2009)
c) El campo educativo, donde se trata de ayudar a un tercero que es el alumno. El consultor habitualmente es el orientador; el consultante es el profesor, que actua de mediador y el cliente es el alumno.
Fases del modelo de consulta:
1, fase: Establecer una relación entre un consultor (orientador) y un consultante.
2, fase: Analizar el conjunto de la situación y clarificar  el problema.
3, fase: Explorar alternativas.
4, fase: Establecer planes de acción, conjuntamente entre consultor y consultante.
5, fase: Poner en práctica, el consultante, los planes con destinatarios últimos de la intervención.
6, Evaluación de la puesta en práctica de plan de acción.

 La consulta colaborativa.
En ella son varios los profesionales que intervienen y , una diferencia fundamental, el orientador se implica de forma directa en la intervención, como un miembro más del equipo educativo.
En este modelo se convierte en el dinamizador de la acción orientadora de todo el profesorado, facilitando las competencias adecuadas, la implicación y formación necesaria a los distintos agentes educativos.

Bibliografía: Ruíz , M.L.(2009).Modelos básicos de intervención. En M. L. Ruíz, Modelos de orientación e  intervención psicopedagógica (pp.83-98). Castelló de la Plana: Publicaciones de la Universitat Jaume I.

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