domingo, 23 de octubre de 2016

La tutoría en grupo.

La tutoría en grupo.

El profesorado de EE.MM., por regla general, no ha recibido una preparación teórica-practica del funcionamiento de un grupo, ni de la técnica apropiada para dirigirlo. Es el paso del tiempo y la experiencia, los que hacen “experto” a un profesor.
Se puede Considerar básico que un tutor conozca el funcionamiento y la estructura de un grupo de personas, que sepa en qué niveles se integra y por qué etapas de evolución discurre.
Es de vital importancia que domine algunas técnicas para lograr que su grupo funcione dinámicamente de forma adecuada.
Funcionamiento y estructura de un grupo
Cualquier grupo de personas, se puede estructurar en dos niveles  claramente diferenciados:
a) Nivel externo intelectual o de tarea: es el nivel consciente del grupo y viene a coincidir con la estructura formal (moderador, secretario, etc.)
b) Nivel interno, afectivo o socioemocional: son los mecanismos internos que influyen sobre la dinámica del grupo (tono de las intervenciones, la persona a la que se dirige la intervención, posturas físicas, silencios, etc.).
Una clase no es solo un grupo de amigos  que se reúne para hablar como único objetivo. Tampoco es solo un grupo cuya única misión es aprender la mayor cantidad de contenidos en el menor tiempo posible.
Los dos aspectos (afectivo y tarea) van  juntos. Cuando se olvida alguno, peligra el correcto funcionamiento del grupo.
Respecto al funcionamiento de un grupo, examinaremos las distintas etapas por las que discurren el desarrollo grupal.
Etapa I. Orientación.
Sera por un lado dejar bien sentado lo que se espera de ellos y la forma en que se desarrollará el curso y, por otro lado, favorecer el mutuo conocimiento de los miembros del grupo.
Etapa II. Establecimiento de normas.
Se han de establecer normas que regirán la conducta del grupo. En este momento, el tutor  ha de intervenir intentando potenciar las siguientes  normas:
-Responsabilidad del grupo hacia su propio funcionamiento, de tal forma que cada miembro contribuya a la actividad grupal, intentando que asuman responsabilidades la mayor parte de los componentes.
- Los alumnos deben aprender a valorar los comentarios y las ideas de sus compañeros.
-Facilitar la cooperación en lugar de la competición.
-Las decisiones se tomarán mediante acuerdo, aceptando las opiniones ajenas, de tal forma que sea posible llegar a un compromiso cuando surjan conflictos.
-No ignorar nunca los problemas del grupo y hacerlos frente de forma inmediata intentando analizarlos para salvar las deficiencias y resolver las dificultades.
Etapa III. Solución de conflictos
El grupo de alumnos llega una etapa en la que aumentan los conflictos interpersonales. El papel del autor será intentar favorecer la mutua comprensión de los sentimientos y modos de actuar de los elementos que hayan entrado en conflicto, sin ello evitar los desacuerdos “normales.
Etapa IV. Eficiencia.
La vida del grupo en este momento está desarrollando su creatividad y eficiencia, llegando a satisfacer tanto nivel socio-afectivo o interno como nivel externo o de tarea.
Técnicas de dinámicas de grupos.
El conocimiento profundo de estas, tanto a nivel teórico como práctico , es un excelente soporte para iniciar y desarrollar un cambio ded la metodología de la acción tutorial.
-Técnicas:
Discusiones en grupos pequeños:  Intercambio mutuo, cara a cara, de ideas y de opiniones entre los integrantes de un grupo relativamente pequeño (por lo general compuesto de cinco a veinte personas). Es más una conversación al azar , sin plan ni ilación o sin estructura, pero a pesar de ello puede se informal y democrática en todos los sentidos.
El método de reunión de corrillos: En esencia consiste en dividir cualquier grupo en otros más pequeños, de cuatro a seis integrantes, con el propósito de discutir o analizar.
La promoción de ideas. Tormenta de ideas o “Brainstorming”.
Es un tipo de interacción en un grupo pequeño, concebido para alentar la libre presentación de ideas sin restricciones ni limitaciones en cuanto a su factibilidad. La promoción de ideas hace posible que un grupo considere las soluciones alternativas a un problema sin ninguna traba en cuanto a restricciones de organización, institución o financiación, o a limitaciones de aptitudes o de habilidades. Todas las ideas son aceptadas sin ponerlas en tela de juicio,  menos que choquen con las reglas establecidas previamente.
La mesa redonda: Discusión ante un auditorio por un grupo seleccionado de personas (por lo general de tres a seis) bajo un moderador. Se la puede describir como una discusión informal que escucha un auditorio. La forma de la discusión es de tipo convencional; no se les debe permitir discursos ni a los integrantes ni al moderador.


Referencia: De Serrano, G. y Olivas, A. (1989). La tutoría en grupo. En G. De serrano y A. Olivas, Acción tutorial en grupo (pp.41-59). Madrid: Escuela Española.

La orientación desde la perspectiva educativo-vocacional

La orientación desde la perspectiva educativo-vocacional
La definición de orientación vocacional, integrada en el proceso educativo como parte sustantiva de la formación de la persona. Todos, coinciden en aceptar que en la escuela se inicia la ayuda para los alumnos tomen decisiones académicas apropiadas, de tal manera que estas converjan en el posterior ejercicio efectivo de una ocupación escogida.
Según F. Parsons  en  Rodríguez, (1995) , para orientar profesionalmente a la juventud escolarizada y explicaban que debería organizarse la tarea orientada individual dentro de los servicios generales según estas tres fases :
a) Analizar las relaciones objetivas múltiples de las profesiones conocidas , estudiando sus elementos económico , higiénico , técnico y social, para informar oportunamente al interesado con la mayor exhaustividad.
b) Interesar a los maestros para que cuando sea necesario, envíen referencias respecto a las tendencias, capacidad y otras condiciones de los alumnos, preparando la tarea orientadora posterior.
c) Perfeccionar el sistema de las formas que las disposiciones y aptitudes del niño puedan ser señaladas con la mayor exactitud posible.

Entre las estrategias más básicas de la orientación vocacional figuran la denominada orientación profesional y el consejo profesional. Las característica principal de la primera es que el programa orientador en su conjunto se dirige a dar ayuda desde una perspectiva generalizadora, procurando que el orientador planifique un amplio abanico de actividades que complementándose, haga funcionar el sistema como tal.
En un principio el equipo orientador responsable de  la puesta en marcha de un sistema global habría de garantizar, como mínimo estas funciones del orientador vocacional:
1.Colboración con actividades sociales de la ciudad donde se inserta el programa de orientación vocacional.
2.Cursos de formación continua para los orientadores.
3. Conocimiento, aplicación , corrección t estandarización de los programas de testeo.
4.Organización de actividades orientadoras tópicas para uso de toda la población.
5.Envio de estudiantes a aprender , centros de orientación de interés social, centros de colocación a tiempo parcial, etc.
6. Coordinación amplia y efectiva entre la administración y el personal orientador.
Un modelo bastante realista fue creado por expertos en orientación en 1982 . El modelo es mixto (lineal y de “staff”) y define la cooperación de tres niveles : nacional, de distrito y de centros educativos locales.
El consejo vocacional es mucho más evolutivo y procesual, trata de cubrir un área más amplia del potencial del alumno o del orientado. Implica acciones a largo plazo exigentes del dominio de técnicas de autoevaluación que combinen las más clásicas o tradicionales, con las más  modernas consideraciones acerca de la dimensión significativa del trabajo como identidad con un sentido y un propósito definidos , y de su incidencia en el estilo de vida del alumno.
Teoría de Eli Ginzberg y colaboradores
Una persona selecciona una profesión concreta al ir desarrollando, una serie de patrones de actividades específicas. Estas actividades se conforman a lo largo de tres fases período de elección  de fantasía o de latencia, periodo de elección tentativa y periodo de elección realista. Las elecciones tentativas tendrían lugar  durante la pubertad y la adolescencia avanzan progresivamente recorriendo cuatro estadios: del interés, de la capacidad, de la valoración o evaluación y de la transmisión al mundo laboral o a estudios superiores. El periodo de elecciones realistas puede dividirse en tres estadios: el de exploración o experiencias aclaratorias ; el de cristalización en el que los adolescentes  y jóvenes son capaces de valorar los factores que influyen en la elección y en sus actividades personales; y el de especificación , en que se replantean la alternativas  en  función de campos laborales de especialización en objetivos profesionales más concretos.
Teoría de Anne Roe.
Considera altamente influyentes sobre los intereses incipientes hayan sido satisfechos. Roe propone varias hipótesis por las que trata de demostrar que la dinámica de las necesidades dependen en un elevado grado de las actitudes de los padres durante los años de la experiencia formativa de los hijos.
Teoría de J.L. Holland.
Su teoría como una heurística  de seis tipos de personalidad en relación con datos ambientales. Los tipos son: realista, interactivo, o investigador, social, convencional, emprendedor y artístico: al mismo tiempo propone seis tipos ambientales con el mismo nombre.
Son cuatro los principios que sintetizan la primitiva teorización de Holland:
1.Existen seis tipos de ambientes ocupacionales.
2.Toda persona posee una jerarquía evolutiva, que le impulsa hacia uno de esos seis ambientes profesionales.
3.Toda persona posee una jerarquización de niveles le den determinado nivel de elección vocacional, que podría ser la inteligencia y la evaluación de sí mismo .
4. Estas jerarquías están mediatizadas por el conocimiento de las profesiones.
Los objetivos de los programas de educación para la carrera profesional.
Los objetivos de un programa completo serían básicamente mejorar la conciencia del mendo laboral del entorno, profundizar en los estudios para el mundo profesional incorporando en todas las asignaturas básicas curriculares conceptos educativo – vocacionales.
Estudio especial de la aproximación operatoria al desarrollo vocacional y al crecimiento personal.
El modelo de activación del desarrollo vocacional (ADVP) se sostiene por tres principios:
a) Las experiencias deben procesualmente deben vivirse, vivenciarse; b) deben ser tratadas cognitivamente, y c) las experiencias deben poder integrarse lógica y psicológicamente.
Principios del servicio de información ocupacional:
1. El servicio de información es parte esencial del programa de orientación. Los alumnos precisan asistencia para adquirir , evaluar y utilizar la información vocacional y personal/ social.
2.El punto central o foco del servicio de información está en el autoestudio, en las futuras tendencias  y en el cambio. El cambio está siempre presente. Las nuevas necesidades y rumbos del mundo laboral desvían la esencia de las prfesiones y también las direcciones de los programas educativos.
3. Las técnicas individuales y grupales se san para conducir los datos informtivos a los estudiantes y ayudarles a interpretarlos y usarlos. Ambas técnicas facilitan los métodos de autoanálisis y diagnóstico y permiten al estudiante relacionar sus impresiones con hallazgos en la comunidad.
4. El servicio a la información es más que dar una información. Implica que se pone la atención en las actitudes individuales y las reacciones emocionales frente a la información.


Referencia : Rodríguez, M.L. (1995). La orientación desde la perspectiva educativo-vocacional. En M.L. Rodríguez, orientación e intervención psicopedagógica (pp.69-114). Barcelona: CEAC

Orientación del escolar.

Orientación del escolar.

El acometido de la orientación en el proceso  de la educación está llegando a ser claro y bien definido .La teoría y la practica educacional modernas están dejando atrás, rápidamente, el tipo de educación atomizado, que va sustituyéndose por un concepto de la educación que se preocupa de la formación y perfeccionamiento de niños y niñas como personalidades completas y que está consolidándose rápidamente .Fundamentalmente, la enseñanza incluye orientación. La orientación y la enseñanza deben ser partes del mismo proceso.
La orientación para merecer su nombre, debe ser positiva y constructiva en todo momento. Es dinámica y progresiva. Es un proceso de moldeado que afecta a todos los niños continuamente.
Todos los niños tienen potencialidades que desarrollar, intereses que descubrir, problemas que resolver.
Orientación en la educación elemental.
Puesto que la idea de la educación moderna se atiende principalmente al desarrollo de los niños como personas, de ello se sigue que la teoría y práctica de la orientación debe llegar a ser una parte integrante del proceso educativo desde el momento en que la escuela afecta a la vida del niño. El uso de principios y prácticas de orientación en la escolaridad primaria evitaría que muchos problemas aparecerán en la adolescencia. Es necesaria la orientación, que trata principalmente de dirigir el proceso formativo del tal modo que el niño sea equilibrado, trabaje hacia metas definidas, resuelva a toda clase de problemas inteligentemente, se comprenda a sí mismo, respete a los demás, coopere que se baste así mismo y comparta las obligaciones como los demás.
Puntos de vista sobre la orientación en la escuela elemental
Hay varios puntos de vista divergentes sobre el significado de la orientación cuando es aplicado a la escuela elemental.
Los partidarios de un punto de vista que está fuertemente influenciado por el procedimiento administrativo intentan organizar  las varias funciones de la orientación en términos de servicios personales del estudiante. Hatch hace una lista de los siguientes como servicios de orientación en la escuela elemental: servicio de inventario del alumno, servicio de información, servicio de consejo, servicio de colaboración y servicio de progreso. En su lista de servicios, Davis incluía los de pruebas, consejo, salud, adaptación  personal, asistencia, orientación de la vocación, orientación en aspectos no vocacionales y otros.
Un programa de servicios de orientación puede servir a algunos de los alumnos parte del tiempo; pero, en realidad, nunca llega a ser una parte integrante de la escuela y a servir las necesidades de todos los niños en cualquier momento.
El aislamiento de ciertos aspectos del programa de orientación a los que se dan etiquetas de servicios contribuye a producir la sensación de que la orientación es un “apéndice” al proceso educativo.
La orientación aporta su mayor contribución cuando funciona en el corazón mismo del proceso educativo. Cuando el profesor y alumno se encuentran no sólo se crea una situación de aprendizaje, sino que también se presentan  oportunidades para la orientación.  La orientación debe siempre reconocerse y organizarse como una parte integrante de la ayuda que se presente a los niños y niñas para alcanzar su madurez.
Conceptos básicos de la orientación en la escuela elemental.
Conceptos esenciales:
-La orientación debe servir a todos los niños no solo aquellos  que tengan serios problemas. Todos los alumnos tienen necesidad de orientación. Si el niño que crece y cambia se le da una orientación continua, tendrá más posibilidades de conseguir una madurez equilibrada, una autosuficiencia y confianza de las que las que carecerá si no le damos aquélla.
-La orientación, pues, es ambas cosas preventiva y curativa, aunque debe ser con preferencia un proceso preventivo más que curativo.
-La orientación es un proceso continuo. La orientación debería comenzar cuando el niño entra por primera vez bajo la dirección de la escuela o incluso mucho antes de realizar el ingreso en ella, si a esta le es posible entrar en contacto con él a través de los centros de información para las madres u otros medios.
-La orientación debe extenderse a todas las necesidades del niño. Cada niño posee un conjunto de potencialidades, todas las facetas del cual son capaces de desarrollo en varias áreas y en diferentes proporciones al mismo tiempo. Debemos equilibrar los diversos aspectos de la personalidad.
Así, pues, las responsabilidades   de la orientación para con el niño “total” deben interesarse: primero, por el desarrollo de todas sus potencialidades del niño como individuo, y segundo, por la satisfactoria adaptación del niño, individualmente considerado, al  grupo social como miembro activo y responsable.
-La orientación debe estar basada sobre las diferencias individuales. Cada niño es único, por lo que se refiere a patrón de necesidades, intereses y capacidades. Cada niño es diferente de los otros a causa de los rasgos heredados y de la influencia que su medio ambiente ha tenido sobre estos rasgos.
La presencia de diferencias y variaciones individuales entre los niños es la piedra-clave del proceso de la orientación. La orientación busca conducir a cada niño de acuerdo con su patrón individual de necesidades y diferencias, intelectual, física, social y emocionalmente.


Bibliografía: Kanapp, R (1986). Orientación del escolar  Madrid: Morata.

La orientación de la perspectiva escolar.

La orientación de la perspectiva  escolar.

Presupuestos fundamentales
Desde una perspectiva generalista, este tipo de orientación se centra al maestro como principal protagonista y figura dinamizadora. El maestro genuino orientador y el curriculum escolar el intermediario entre la labor educativa y el sujeto de la orientación.
J.L Kelly (1914) y M Bloomfield (1915) en Rodríguez (1995), hablaban por primera vez el concepto de orientación educativa describir la ayuda que proporcionaba a los estudiantes que tenían problemas de acción escolar o de la elección ante diversas alternativas académicas.
Orientar y educar devinieran conceptos intercambiables al converger en un objetivo en común de guía del alumno en la vida a través de la institución.
Serie de principios presentes en la perspectiva educativa de la orientación que sería fundamentalmente
a) La relativa sinonimia entre orientación y educación.
b) La necesidad de contar, desde un principio, con las aportaciones de la teoría de las relaciones humanas y de la pedagogía y psicología diferenciales y evolutivas.
c) La simbiosis en las acciones y programas de instrucción y los objetivos de esta en los currículos escolares lo mismo de primaria que de secundaria.
d) La falta de creencia en la oportunidad de un profesional altamente especializado, colocado el acento en la labor del profesor o del tutor como más indicado para informar al alumno (I. Gordon,1956 en Rodríguez 1995)  acerca de sí mismo y de su comunidad, para ayudarle a organizar sus experiencias vitales, sus sentimientos de aceptación de sus relaciones interpersonales.
Modelos más representativos de esta perspectiva.
-La orientación dentro del sistema escolar.
Deliberadamente la postura de que la orientación esté garantizada por los profesores, previa una preparación especializada y proponen dos grandes áreas de intervención: el conocimiento del alumno y la información dirigida al niño y a su familia.
La orientación en el aula.
Es el maestro quien a través de un apropiado clima de optimismo, confianza y cooperación debe conseguir  una adecuada integración de la labor orientadora en la práctica diaria de la enseñanza, sin diferenciar las planificaciones curriculares  de las extracurriculares.
Los objetivos del maestro en orientación son :
1. Proporcionar a cada alumno tareas significativas acordes con sus capacidades.
2. Tener en cuenta los problemas de todos al impartir instrucciones necesarias para que cada, alumno tenga éxito en la realización de dichas tareas y obtenga satisfacción de  ellas.
3. Acentuar lo positivo, destacando lo que el alumno hace bien.
4. Descubrir las dificultades o condiciones desfavorables que pudieran obstaculizar los progresos, educativo y personal, del alumno.
5. Ayudar a corregir o erradicar dichas dificultades a través de la observación diaria de los alumnos.
6. Proporcionar oportunidades para descubrir aptitudes vocacionales y específicas y potenciar el desarrollo de la creatividad.
7. Desarrollar buenos hábitos de trabajo y aptitudes  evaluadoras y críticas.
8. Desarrollar el sentido de la responsabilidad social y relacional.
La orientación dirigida a los autores
En términos generales este modelo ha tenido éxito, en cuanto ha sido aplicado en los ciclos de la enseñanza secundaria , en aquellos países en que un grupo de alumnos  de bachillerato o de formación profesional es adscrito a un profesor con la misión fundamenta de asesoría y tutela en toda una panorámica de necesidades propias de la adolescencia.
J.J. Brunnett y J.L. Negro (1982) en Rodríguez (1995) crean en España un muy funcional modelo de proceso tutorial en grupo para desarrollar:
1. El conocimiento de sí mismo y las relaciones interpersonales afectivas, y
2. La optimización de la organización de las técnicas de estudio (trazar los objetivos del grupo, organizarse para llevarlos a término y para tomar decisiones, elegir instrumentos efectivos de evaluación).
-Estrategias más recientes:
1. La orientación centrada en el alumno o no directiva por C.R. Rogers en 1951, que asimila al profesor como facilitador del aprendizaje.
2. La orientación hacia la salud e higiene mental previsora de fracaso escolar  W. Glasse, 1965 en Rodríguez (1995), en la que ha de intervenir forzosamente escuela y sociedad y en la que el profesor es un auxiliar para la resolución de problemas instructivos.
3. La orientación como mecanismo potenciador de las relaciones humanas, R. Carkhulf, 1969, 1977, en Rodríguez (1995), configurado de las condiciones para un desarrollo emotivo y personal óptimos basándose en las teorías de la comunicación, en la exploración de sí  mismo y en la facilitación del crecimiento personal.
4. La inclusión de la teoría de la jerarquía de valores que evitando posturas de adoctrinamiento o prescriptivas, desarrollar en cada individuo habilidades funcionales para su personal toma de decisiones dentro de una perspectiva de desarrollo moral  y ético. M. Bartolomé et al., 1979 en Rodríguez (1995).
5. La tendencia a adoptar el concepto de la orientación es una forma más de instrucción, por lo que el desarrollo curricular hace precisa una estrecha cooperación entre profesores, y hace que estos progresivamente devengan facilitadores del currículum. De ahí que los objetivos de la orientación deban caminar paralelos a una formación de orientadores en la metodología didáctica y en los planteamientos de las políticas educativas dentro del aula.
La formación y la orientación en la transición a la vida adulta
-Enmarque teórico del problema de la transición al mundo adulto en los años noventa.
La orientación profesional debe replantear sus funciones y protagonismo desde una perspectiva más compleja, relacionada, además, con las nuevas tendencias de la educación para la carrera o para la vida profesional futura. Este replanteamiento exige tener presentes, las siguientes premisas:
1. La orientación actual debe ser no solo un proceso por el que se ayuda al joven a transitar, sino el conjunto de programas que ayuden a los individuos de toda edad y circunstancia a vivir  vidas más eficientes y provechosas y a desarrollar sus funciones de ciudadanía.
2. La orientación ha de dejar de ser un servicio que se presta en momentos de crisis para devenir un programa comprehensivo hasta la adultez, basándose en las necesidades no sólo personales, sino sociales. Los problemas de transición se resuelven mejor desde la intervención por programas se impone como necesaria reacción a la orientación entendida como conjunto de servicios.
3. La orientación ha pasado de estimar aptitudes e intereses de los individuos a ayudar en el desarrollo de destrezas para el propio conocimiento. Y a enseñar al orientado a planificar las relaciones interpersonales, a definir los procesos de toma de decisiones, a establecer objetivos y a planificar su propia vida profesional. De modo que el futuro trabajador pueda decidir de manera eficaz sobre su vida basándose  en elecciones ocupacionales bien sustentadas.
La formación profesional y la transición.
La  formación y la orientación para la transición  van a plantearse como objetivos preferentes: en primer lugar el desarrollo  de conocimientos, de destrezas y de aptitudes que permitan elegir una formación idónea (acorto y a mediano plazo) y un trabajo de carácter fijo o coyuntural a tenor de las necesidades evolutivas (desempleo juvenil, cotas de paro adulto, jubilaciones anticipadas, etc.), y en segundo lugar todas aquellas medidas incentiven el autoempleo y la iniciativa personal y que favorezcan la interacción escuela empresa. El componente esencia de los programas de transición es proveer al joven de una serie de herramientas para que reflexiones  con realismo sobre su papel en la ciudadanía y en la vida de adulto. La transición es un proceso no un paso, que se inicia al optar por seguir unos a otros estudios y que suele terminar con la incorporación a  la sociedad con u empleo (estable o no).
Las líneas básicas fundamentales de los programas de transición deberían estar incardinadas en ciertos principios básicos. Estos son, muy sintetizados:
1. Conviene que la orientación para la transición incluya en el curriculum escolar (según estrategias ya conocidas internacionalmente) el que se introduce materias relacionadas directamente con la profesionalidad y vocalización (módulos profesionales).
2. Los objetivos curriculares deberían adaptarse a las necesidades laborales concretas.
3. La orientación vocacional y la formación profesional deben contemplar objetivos a corto y mediano plazo, que dinamicen los vínculos escuela/empresa, escuela / comunidad local y escuela / organismos orientadores.
4. Las modificaciones curriculares deben experimentarse en proyectos piloto que contengan no solo las bases de la formación del alumnado, sino también del profesorado y directivos de los centros y de la familia y la comunidad.
5. De estos proyectos piloto deben surgir materiales  estrategias y procedimientos didácticos fáciles para el resto de centros que deseen adoptarlos, que superen la fase de información profesional y se adentren en lo que se podría determinar destrezas para la educación vital/profesional de los jones y de algunos adultos incluidos en unas transiciones más traumáticas
Desarrollo de algunos principios básicos.
 Inclusión de la orientación  en el curriculum escolar.
Los objetivos académicos que deberían alcanzarse serían –siguiendo las aportaciones de la cultura sajona y adaptándolos a nuestro contexto- los siguientes:
a) Conocer las oportunidades educativas y laborales sobre las funciones de es que existan. Conocer el mundo del trabajo desde una perspectiva general: investigar sobre las funciones de las diferentes  profesiones y oficios en el desarrollo social, etc. Iniciar la enseñanza  de cuán importante es una buena y meditada elección académica y profesional.
b)  Conocerse a sí mismo de una forma realista, deshaciendo los tópicos y los estereotipos profesionales .
c) Aprender a tomar decisiones sobre el propio futuro profesional, considerando las distintas alternativas y conocimiento previsoramente sus implicaciones.
d) Poseer conocimientos y desarrollar destrezas para solucionar los problemas de las transiciones.
2. Dinamización de los vínculos escuela /empresa.
Los programas de orientación específicamente diseñados para las transiciones deberán crear vínculos escuela/empresa, definiendo muy específicamente cuáles serán los correspondientes papeles de una y otra.

Los programas de orientación en función de las necesidades de transición.
La conveniencia de los programas de orientación comprehensivas para la transición viene justificada porque sirven como ligazón entre las formaciones profesionales y tecnológicas y el desarrollo de la madurez para el empleo.
La conexión entre orientación y políticas favorecedoras de la transición.
Cualquier planteamiento orientador  precisa a un marco de referencia político que facilite la puesta en marcha de sus fases y la correcta organización y distribución de los recursos. La orientación profesional y las formaciones profesionales para la transición deberán:
1. Descubrir e investigar que necesidades tiene un país en materia de trabajo cualificado y de producción a medio plazo.
2. Tratar de dar respuesta a las personas de toda edad y condición que soliciten programas y servicios específicos.
3. Incidir en las poblaciones económicamente más deprimidas.
4, Conseguir que la formación profesional y la formación ocupacional sean relevantes y motivadoras.
5. Conseguir el desarrollo de objetivos de igualdad de oportunidades en el contexto específico laboral de cada país.
Estas consecuciones sólo serán posibles si la orientación profesional y la formación colaboran estrechamente, desde el momento en que estas consigan llenar de contenido y de proyectos las tareas del trabajador.


Bibliografía: Rodríguez, M.L. (1995). La orientación desde la perspectiva escolar. M.L. Rodríguez, Orientación e intervención psicopedagógica (pp.53-65). Barcelona: CEAC

La orientación y el asesoramiento

La orientación y el asesoramiento

Aspectos comunes y diferenciales de una nueva profesión
Los cambios en el rol del orientador y en la concepción de la tarea de la orientación han llevado a muy diversos modelos que no sustituye a la tradicional orientación han llevado a muy diversos  modelos que no sustituyen a la   tradicional orientación  individual, sino que la complementan. Se puede, por tanto, afirmar que de un énfasis en lo psicológico e individual, se ha pasado a un énfasis en lo sociológico y comunitario.
Una de las nuevas actividades asignadas al orientador es, como hemos dicho, el “asesoramiento”, pero no en el sentido de guidance frente a counseling donde se acentuaba más la información, frente al tratamiento, que se centraba más en los aspectos afectivos y personal, sino en una síntesis de ambos que conduce a una orientación de instituciones, de comunidades o grupos sociales. Esto es lo que en el ámbito educativo se ha denominado orientación del sistema.
Los servicios de asesoramiento se basan en la idea de que el conocimiento de la conducta humana  y de los procesos sociales   puede, adecuadamente utilizado, contribuir a un mejor funcionamiento de las instituciones sociales.
De un modo genérico el término “asesoramiento” se ha referido a la ayuda profesional que un experto presta a alguien necesitado de consejo. Es una relación entre profesionales cada uno de los cuales reconoce y acepta el estatus; autonomía y responsabilidad del otro. De este modo, el asesoramiento se distingue netamente de la supervisión, la enseñanza o el tratamiento que son situaciones donde se da una clara diferencia de estatus: un profesional presta ayuda a alguien, que puede también ser profesional o no, pero que no actúa como tal en la situación.
La tendencia a describir el propio método como distinto a lo que otros hacen , o han hecho , ha llevado a una gran cantidad de definiciones de “asesoramiento”. También se explica esto por el grado de imprecisión y ambigüedad que existe en relación a este término.
Para Kahnweiler (1979) en Gordillo (1993), el asesoramiento hace referencia a servicios indirectos proporcionados por un orientador escolar con el fin de maximizar el desarrollo social, emocional, educativo intelectual de los estudiantes. El concepto de asesoramiento como ayuda “indirecta” se remota hasta 1969 y es , frecuentemente, uno de los rasgos distintivos del asesoramiento frente a la orientación.
Otra clasificación se ha querido hacer partiendo de una definición de estos servicios, que acentúa se carácter de preventivos frente a otros más fundamentalmente rehabilitadores o remediales. Pero tampoco esta distinción parece útil, puesto que gran parte del asesoramiento se dirige también a actividades de solución de problemas o a proporcionar algún tipo de asistencia ante varias dificultades.
Modelos de asesoramiento.
En la práctica se pueden observar varios modelos de asesoramiento:
a) Asesoramiento triádico: ocurre cuando un profesional asiste a otro para mejorar la calidad de los servicios ofrecidos a un tercero, el cliente.
b) Asesoramiento del proceso: un profesional externo facilita el proceso de un grupo para lograr un objetivo.
El énfasis se pone en mejorar la labor del grupo más que en proporcionar asistencia a personas individuales para resolver sus problemas.
c) Desarrollo organizativo: muy similar al anterior, tanto que R.E Kaplan (1979) en Gordillo (1993), considera el asesoramiento del proceso como “una parte importante del desarrollo organizativo” (p.346). La naturaleza de sus objetivos es lo que parece diferenciar a ambos.
Cuando  el asesoramiento tiende básicamente a modificar el funcionamiento del sistema más que el funcionamiento individual suele denominarse “desarrollo organizativo”.
En todos estos modelos hay dos tipos de procesos de modificación de conducta implicados. Uno abarca la relación entre el asesor y el asesorado. En el ámbito de la prevención de la salud y basándose en la distinción realizada por Caplan en 1964, se han diseñado cuatro métodos de asesoramiento: centrado en el caso del cliente, centrado en el programa, centrado en el caso del asesorado y centrado en el asesorado como una persona.
Los pasos que siguen en el asesoramiento en general se sintetizan en: identificación del problema, análisis del problema, realización del plan y evaluación (Bergan, 1977) en Gordillo (1993).
Los cuatros tipos de modelos han sido tomados de Caplan (1970)  en Gordillo (1993). En el modelo centrado en la colaboración del estudiante, el objetivo es ayudar a los asesorados a mejorar el funcionamiento del estudiante, el objetivo es ayudar a los asesorados a mejorar el funcionamiento del estudiante, el objetivo es identificar deficiencias en el asesorado, diseñar un plan para remediarlas y , una vez que esto ha ocurrido , desarrollar un plan para que el asesorado aplique las destrezas recién aprendidas al proceso educativo. El objetivo del modelo centrado en el programa es ayudar al asesorado a mejorar un programa educativo. Y finalmente en modelo centrado en la comunidad trata de implicar a la comunidad en el logro de los objetivos educativos. La “efectividad” se define como cualquier resultado que tenga un impacto favorable en el estudiante.
El asesoramiento en el ámbito escolar.
Al analizar as investigaciones realizadas en este campo, se pone de relieve el hecho de que con frecuencia, la figura del asesorado es representada por el profesor.
La formación como asesor:
Splete y Bernstein (1981) en Gordillo (1993) obtuvieron la siguiente ordenación de actividades de asesoramiento, según el mayor a menor énfasis otorgado en los programas de formación:
1. Trabajo activo: habilidades necesarias para planificar, organizar, realizar y evaluar actividades para orientadores 
2.Información de expertos: áreas especiales de conocimiento que el asesor transmite, de un modo apropiado, a los asesorados.
3.Desarrllo organizativo: colaboración en la mejora del sistema a través de procesos de intervención.
4. Referir: conocimientos y habilidades necesarias para poder recomendar los servicios idóneos para diferentes problemas.
5. Agente de  cambio: métodos de modificación de situaciones de aprendizaje para fines preventivos y de desarrollo.
6. Asesoramiento de grupo: funciones de direcciones útiles para ayudar a los asesorados en una situación de grupo.
7. Asesoramiento individual: modos de ayudar a la persona de referencia en su relación con un tercero.
Los modelos de formación pretenden la adquisición de estas habilidades, fundamentalmente, a través de la observación y de la práctica sistemática, pero sin tener unos objetivos de formación definidos.


Bibliografía: Gordillo, M. V. (1993). La orientación y el asesoramiento. En M.V. Gordillo, Manual de orientación Educativa (pp. 113- 124). Madrid: Alianza

Modelos básicos de intervención

Modelos básicos de intervención

La real academia define la palabra modelo como “Punto de referencia para emitirlo o reproducirlo.
Otras definiciones en el diccionario son: se entiende por modelo “representación en que pequeño   de alguna cosa”, “en las obras de ingenio y en las acciones morales, ejemplar que por su perfección se debe seguir e imitar”, “esquema teórico de un sistema o de una realidad compleja que se elabora para facilitar su comprensión y el estudio de su comportamiento”.
Para Escudero (1981: 115) en Ruíz (2009) el modelo es una interpretación simplificada de objeto a que se refiere. Tejedor (1985) en Ruíz (2009) los  considera como “aproximaciones intuitivas a la realidad, desempeño un papel de puente que permite a la teoría la función interpretativa de los hechos”. Por su parte Cruz (1997: 21) en Ruíz (2009) entiende  que modelo es una “proyección  sensible del conocimiento humano que refleja la relación, crítica o intervención sobre el mismo, así como el enriquecimiento del marco teórico donde se inserta”.
Van Dalen y Meyer (1971: 76) en Ruíz (2009) definen los modelos de investigación como “estructuras simplificadas o conocidas que se emplean para investigar la naturaleza de los fenómenos que los científicos desean explicar”.
Para Bunge (1980) en Ruíz (2009) los modelos don “sistemas conceptuales que intentan representar aspectos interrelacionados de sistemas reales”. Bunge los representa por un círculo pequeño dentro de uno mayor, este último hace referencia a la teoría en la cual se enmarca el modelo.
En la investigación científica se pueden proponer hipótesis y formalizar modelos, cuya revisión continua mediante la contrastación con la realidad, debería ir componiendo el corpus científico de una parcela del saber. En nuestro caso la orientación psicopedagógica.
Aunque no es fácil llegar a una clasificación de los modelos de intervención en orientación educativa, se han hecho intentos desde criterios diversos (evolución y consolidación de la actividad orientadora, objetivos y  procedimientos, actitud del orientador, relación orientador- orientado, etc.)
A continuación se muestran las clasificaciones de  modelos de la orientación más conocidas:
Álvarez González (1991):
-Modelo de servicios.
-Modelo de servicios pero, actuando por programas.
-Modelo de programas.
Rodríguez Espinar  y otros (1993)
-Modelo de intervención directa individual (Modelo de counseling).
-Modelo de intervención directa grupal (Modelo de servicios, de programas y reforma).
-Modelo de intervención indirecta individual y/o (Modelo de consulta).
-Modelo de intervención a través de medios tecnológicos.
Bisquerra, (1998):
-Modelo clínico.
- Modelo de programas.
-Modelo de consulta.
Sobrado, (1998):
-Modelo clínico o counseling: intervención individual mediante relación personal.
-Modelo de programas y de servicios: intervenciones grupales.
-Modelo de consulta: intervención indirecta, individual o grupal.
-Intervención de autoayuda a través de procedimientos tecnológicos.
Bisquerra y Álvarez (1998) en Ruíz (2009) ofrecen la siguiente clasificación, diferenciado modelos teóricos, modelos de intervención básicos, modelos institucionales y el modelo psicopedagógico como modelo mixto. En los últimos tiempos algunos autores aconsejan incluir los modelos tecnológicos, ya que con el desarrollo de determinados programas informáticos y también de las webquest se empieza a contar con instrumentos que, por si solos asesoran al sujeto y le orientan en aspectos relacionados con el desarrollo personal, la elección de la carrera, o aspectos académicos que tienen que ver con el estudio, pero, desde nuestro punto de vista, se trata más bien de eso: herramientas que puede utilizar el orientador en su trabajo, sea cual sea el modelo que siga.
Modelo clínico o modelo del counseling: La Asociación Británica  para el Counseling (British Association for counseling, 1992: 17en Ruíz (2009)) define el  counseling como “la utilización hábil y fundamentada de la relación y la comunicación, con el fin de desarrollar el autoconocimiento, la aceptación, el crecimiento emocional y los recursos personales”. El propulsor de este modelo fue Carl Rogers. La psicoterapia promovida por Rogers presenta diferencias sustanciales respecto a la intervención clínica anterior:
1) No consiste en hacer algo al individuo, sino en una tarea de liberación, para que la persona crezca y se desarrolle.
2)  Concede más importancia a los elementos emocionales que a los intelectuales.
3)Da más importancia  a los elementos emocionales que a los intelectuales.
4) Se destaca, por primera vez, que la relación terapéutica es en sí misma una experiencia de crecimiento.
Rogers se dio cuenta de la necesidad de cambiar las medidas curativas por las preventivas y de hacer tratamientos teniendo en cuenta el entorno físico y psicológico del sujeto. Indico la necesidad de ayudar a los clientes a que se enfrente mejor con su situación a través de las entrevistas y de las técnicas del consejo y de la psicoterapia.
-Fases del modelo clínico
Las fases que según Bisquerra (1998 : 71) en Ruíz (2009) caracterizan este modelo son:
1. Inicio y estructuración de la relación de ayuda.
- La iniciativa de solicitar ayuda surge del cliente (también puede ser familiares, tutores, profesores, etc.)
-Establecimiento de una relación apropiada entre orientador y cliente, con un buen rapport o clima que favorece la libre expresión de sentimientos del cliente.
2. Exploración
-En esta fase es habitual realizar algún tipo de diagnóstico, clarificando la situación del sujeto.
-Conviene averiguar experiencias, vivencias, sentimientos, percepciones del cliente con respecto a las situaciones expuestas.
3. Tratamiento en función del diagnóstico.
- Se establecen planes de actuación, que, tras una relación de ayuda en el más puro sentido rogeriano, han de partir del propio cliente .Es él  quien ha de decidir el cambio y la dirección del mismo. De ningún modo ha de ser el orientador quien diga que camino se debe seguir o que cambios deben producirse.
-Se potencia el autoconcepto.
4. Seguimiento y evaluación.
-Se realizan los planes establecidos.
-Se evalúa el efecto de acción.
1.2 La entrevista en la relación de ayuda: El modelo clínico se concreta en la entrevista como procedimiento característico para afrontar la intervención directa e individualizada. Toda entrevista supone un proceso de comunicación, porque se basa en una relación interpersonal, no casual sino programada, y con la finalidad de facilitar el crecimiento personal de la persona entrevistada. Actúa básicamente en dos niveles: el cognitivo y el emocional. Cuando ambos han sido tratados se produce en el sujeto un cambio conductual.
1.3 Destrezas del entrevistador
Para que una entrevista se desarrolle con éxito, es importantísima la actitud del orientador. Debe mostrarse como una persona receptiva, acogedora, con capacidad de escucha, con deseos de ayudar al cliente y de poder asesorarle en la comprensión de sí mismo y de su vida.
Carl Rogers (1972) y Carkhuff (1981 y 1986) en Bisquerra, (1998: 79) en Ruíz (2009) han desarrollado exhaustivamente las destrezas y actitudes que debe mostrar:
1.Autenticidad facilitadora : es la capacidad del entrevistado para ser libre y profundamente el mismo: es el ser falso, el no parapetarse tras un papel, el no adoptar una actitud defensiva y el que no haya discrepancia entre lo qué se dice y li que se experimenta. Es ser genuino y sincero.
2. Respeto: es el aprecio de la dignidad y el valor del entrevistado; el entrevistador acepta el hecho de que el orientado tiene derecho a escoger sus propias decisiones.
3. Empatía: es la capacidad de percibir correctamente lo que experimenta otra persona y comunicarle esta percepción en un lenguaje acomodado a sus sentimientos.
4. Concreción: es la habilidad de expresar en términos específicos las experiencias o los sentimientos propios del interlocutor.
5. Confrontación de las incongruencias: consiste en manifestar al orientado las discrepancias que se observan entre lo que piensa, siente, dice y hace y suelen estar relacionadas con los mecanismos de defensa del orientado.
6. Personalización : con el fin de que el orientador aprenda a apropiarse de su problema, acepte su grado de control y responsabilidad personal en lo que le sucede, dejando de considerarlo como algo ajeno a sí mismo o algo debido a circunstancias ambientales y externas, fuera de su control.
7. Auto-revelación : es el compartir sentimientos personales, actitudes, opiniones y experiencias por parte del entrevistador a beneficio del entrevistado; ha de usarse con discreción y con un sentido exacto de la oportunidad y de la ayuda qu el orientador puede dar así al orientado.
8. Relación al momento : se verifica cuando el entrevistador interpreta los sentimientos entre el entrevistado y él mismo como el aquí y ahora.
9.Autorrelización: implica que uno es capaz de vivir y enfrentarse con lavida directamente, son los orientadores que saben expresarse libre y abiertamente, no emiten juicios y viven de una manera eficaz; suele servir de modelo de personas eficaces, capaces de vivir totalmente y con éxito.
Pautas a seguir con respecto a la entrevista.
Pautas a seguir con respecto a la entrevista:  Bisquerra (1988:80) recoge la relación de aspectos generales que todo enrevistador debe recordar, según Martorell y González (1997) en Ruíz (2009) :
-Debe ser puntual.
- Ha de preparar con antelación la entrevista, tener a mano el material que pdiera necesitarse en función del contenido a tratar.
-Hay que recibir al entrevistado con cordialidad, aunque sin demasiada familiaridad.
-Se debe procurar que el cliente se sienta cómodo
-Hay que eliminar toda posible fuente de distracción (apagar teléfonos móviles, avisar al profesorado o demás miembros del centro de que no interrumpan)
-La entrevista no debe dar la impresión de ser un interrogatorio. Hay que establecer un buen rapport o clima y siempre el orientador debe mantener el “control”, no debatir con el cliente ni provocar su enfado. Conviene utilizar un tono de voz y volumen adecuados, mantener el contacto ocular, sin ser intrusito ni agresivo y respetar los silencios que a veces se producen.
-Se deben hacer preguntas claras y concretas, cuidando el tipo de preguntas con las que se va a empezar y sabiendo dirigir al entrevistado de modo que vaya encontrado por sí mismo las respuestas a sus problema.
-El orientador debe asegurarse de que el entrevistado dispone de la información que se le pide.
-No se le debe dar falsas expectativas ni tampoco desanimarle con respecto a las situaciones.
-Durante la entrevista hay que realizar preguntas de contrastación. Es aconsejable tomar notas , sin perder el contacto ocular ni romper el clima creado.
-La entrevista debe durar el tiempo necesario, ni excesivamente corto, ni demasiado largo, si bien siempre estará en función del objetivo a tratar.
-Por último, el orientador no debe realizar muchas entrevistas seguidas. Es conveniente realizar breves descansos entre ellas.
El Modelo de programas.
Todo programa, implica una actividad planificada, la cual debe encontrar su fundamento en las teorías previamente desarrolladas. Además, la aplicación del programa supone una actuación común colaborativa y abierta a diversos contextos donde la finalidad es dar respuesta  a unas necesidades previamente detectadas. La mayoría de autores señala, como básicos, los siguientes impredicibles en todo programa:
-Ha de basarse en la identificación de unas necesidades.
-Ha de dirigirse al logro de unos objetivos para cubrir las necesidades detectadas.
-La actividad se ha de planificarse previamente.
-La actividad ha de ser evaluada.
Solo mediante la intervención y por programas es posible asumir los principios de prevención, desarrollo e intervención social y proporcionar un carácter educativo y social a la orientación.
Para ello es necesario que las instituciones reúnan unos requisitos mínimos (Álvarez González,1995) en Ruíz (2009) :
-Compromiso por parte del centro y de los responsables de la orientación de potenciar programas dirigidos a todos los alumnos.
-Ver el programa como una actividad más dentro de la tarea escolar, dándole un carácter procesual, evolutivo y comunitario.
-Implicación y disponibilidad de tiempo del personal que va a ejecutar el programa.
-Presencia en el centro de un especialista o de orientación que asesore , dinamice y de soporte técnico.
-El tiempo de intervención ha de ser previamente fijado, estableciendo un calendario y un horario.
-Se debe contar con recursos humanos y materiales suficientes.
-Es preciso crear canales de información dentro y fuera del centro.
-Se requiere un nuevo modelo organizativo de la orientación, con varios agentes implicados y con la especificación de las funciones de cada uno de ellos.
-Será necesario evaluar el programa en todas sus fases y por parte de todos los implicados.
Fases del modelo de programas:
1. Análisis del contexto y detección de necesidades
2. Fundamentación teórica
3 Elaboración del plan de actuación
3.1 Formulación de objetivos
3.2 Especificación de los contenidos a trabajar
3.3 Propuesta metodológica
3.3.1Principios y estrategias
3.3.2 Recursos necesarios
3.3.2.1 Personales
3.3.2.2 Materiales
3.3.2.3 Espaciales
3.3.2.4. Temporales: calendario y horario. Cronograma.
3.3.2.5. Económicos: presupuesto
3.3.3 Actividades
3.4 Propuesta de Evaluación
4. Aplicación y seguimiento de programa
5. Evaluación costes – beneficios – efectividad
6. Toma de decisiones respecto a mantenimiento, supresión, o modificación del programa.
Áreas, finalidades y contenidos.
Son múltiples los programas que pueden ser desarrollados en los centros educativos para trabajar la prevención y el desarrollo humano adecuado. Los más trabajados están relacionados con las diversas áreas de la orientación : área de los procesos de enseñanza-aprendizaje, área de desarrollo personal y área de orientación profesional.
Implementación de los programas.
La forma idónea de trabajar estos programas en el ámbito escolar es insertándolos en el currículum; es decir , integrado aspectos de la orientación en las áreas de aprendizaje o en los cursos programados con el fin de desarrollar objetivos del curriculim que hacen referencia al desarrollo personal, los valores etc.
Otra forma de llevar a cabo la implementación de los programas es hacerlo de manera puntual. En este caso la implicación del profesorado es menor y mayor la responsabilidad ejecutoria del orientador. Ambas opciones no son excluyentes entre sí.
El modelo de consulta
Es imprescindible tener presente en esa acción orientadora a la intervención indirecta sobre todos los agentes educativos , en especial sobre los profesores y los padres , sin olvidar la consulta a la institución educativa como tal. A  este modelo de intervención le denominamos de consulta y podríamos definirlo como la “relación entre dos profesionales generalmente de diferentes campos: un consultor y un consultante que plantean una serie de actividades con el fin de ayudar/ asesorar a una tercera persona o institución. Esta puede ser un alumno, un servicio, una empresa, etc.
Dos pueden ser los  objetivos de las funciones de consulta (Bisquerra y Álvarez, 1996: 331) en Ruíz (2009) :
a) La función de consulta como actividad profesional de ayuda a los diferentes agentes y a la propia institución u organización.
b) La función de consulta como una estrategia de intervención y formación.
Cuando hablamos de consulta nos estamos refiriendo a una relación entre profesionales, con status similares que se aceptan y respetan, desempeño cada uno su papel (consultor/consultante).
Dentro del modelo de consulta podemos destacar tres campos:
a) El campo de la salud mental, basado en los planteamientos de Caplan (1970) Ruíz (2009), se trata de  ayudar al consultante a que afronte cada una de las situaciones problemáticas que se le presentan a través de  una información y formación adecuadas.
b) El campo de las organizaciones donde se prima la función del consultor como agente de cambio o consultor de procesos que ayuden a proporcionar las competencias para resolver los problemas y asumir las responsabilidades (Drapela,1983) en Ruíz (2009)
c) El campo educativo, donde se trata de ayudar a un tercero que es el alumno. El consultor habitualmente es el orientador; el consultante es el profesor, que actua de mediador y el cliente es el alumno.
Fases del modelo de consulta:
1, fase: Establecer una relación entre un consultor (orientador) y un consultante.
2, fase: Analizar el conjunto de la situación y clarificar  el problema.
3, fase: Explorar alternativas.
4, fase: Establecer planes de acción, conjuntamente entre consultor y consultante.
5, fase: Poner en práctica, el consultante, los planes con destinatarios últimos de la intervención.
6, Evaluación de la puesta en práctica de plan de acción.

 La consulta colaborativa.
En ella son varios los profesionales que intervienen y , una diferencia fundamental, el orientador se implica de forma directa en la intervención, como un miembro más del equipo educativo.
En este modelo se convierte en el dinamizador de la acción orientadora de todo el profesorado, facilitando las competencias adecuadas, la implicación y formación necesaria a los distintos agentes educativos.

Bibliografía: Ruíz , M.L.(2009).Modelos básicos de intervención. En M. L. Ruíz, Modelos de orientación e  intervención psicopedagógica (pp.83-98). Castelló de la Plana: Publicaciones de la Universitat Jaume I.